A finales del pasado abril, mi humana decidió llevarme de viaje al entonces país vecino: Francia.
Era la segunda vez que yo iba a este país, la primera vez fui a Perpignan en un coche de alquiler, así que estaba emocionada por viajar nuevamente. Esta vez, nuestros amigos humanos Jacky y Cedrick nos habían invitado a pasar una temporadita con ellos en su apartamento en Montparnasse, París.
Mi humana tenía muchas dudas, que si irnos en avión, que en tren, que en coche. Y de repente se le vino a la mente Blablacar. No estaba muy segura de querer meterse tantas horas en el coche de un desconocido conmigo. Porque yo soy buena, pero no me puedo quedar quieta tantas horas y estaba en mi muda estacional de pelo. Pero decidió aventurarse.
Comenzamos buscando trayectos desde Madrid a cualquier lugar de Francia cercano a París. Luego revisamos las preferencias de los conductores y había muy pocos dispuestos a admitir mascotas en el viaje. En Blablacar hay conductores que prefieren gente que hable mucho, o hable poco, fumadores o no fumadores, amantes de la música a alto volúmen o silenciosos y algunos que aceptan mascotas en el viaje. Ya estábamos perdiendo el optimismo y a punto de comprar el billete de tren cuando de pronto apareció nuestra salvación: Luis F.
Luis F. no solamente era una persona amable, educada y puntual, sino que además era un dog lover viajando con su beagle Lucas. Cuando nos recogieron, muy temprano en Madrid, nos sorprendió ver que en su coche había una cómoda jaula instalada en el maletero en la que iba el tranquilo, sabio y paciente beagle. Luis F. me dejó viajar con Lucas en la cama-jaula VID (Very Important Dog).
Aunque lloré durante unas siete horas del trayecto Madrid - Poitiers que duró casi trece, ni Luis F. ni Lucas se quejaron de mi lloriqueo de perro mimado.
Fue mi primer viaje en Blablacar y fue espectacular, llenó mi vida y la de mi humana de Piticidad.
Para todos aquellos que deseen aventurarse a viajar en Blablacar con su mascota, me gustaría ofrecer las siguientes sugerencias:
#1. Antes de confirmar cualquier reserva, hay que estar muy atento a las respuestas del conductor y saber si de verdad le gustan las mascotas. Si dudaras un poco sobre su amabilidad o si te parece que no tiene buen rollo y sólo lo hace por dinero, mejor no reserves y espera a encontrar otra opción.
#2. Si el trayecto es muy largo y puede causar mucho estrés, es mejor que tu humano te proporcione un calmante, tipo Adaptil, Antibio X- stress, un collar con feromonas o cualquier tipo de tranquilizante que te ayude a sobrellevar una situación de estrés, obviamente, adecuado para mascotas.
#3. Tuve mucha suerte viajando en el asiento VID de Lucas, pero si no es el caso, sería mejor que tu humano llevase un transportín/contenedor adecuado para viajes en coche o el cinturón de seguridad universal para perros.
#4. Comer e hidratarse al menos dos horas antes del viaje y obviamente haber hecho pis y caquita antes de emprender el viaje. También es importante llevar agua y un bebedero para evitar deshidratación.
#5. Tener toda la documentación en regla, es decir: el pasaporte europeo en donde figure el número del microchip, la fecha de la última desparasitación y de la vacunación anual. Es irrelevante si te lo piden o no en el lugar de destino, si ocurriese algo durante el trayecto, es esencial que estemos protegidos.
#6. Si el trayecto es muy largo, es mejor hacer algunas paradas para hacer pis y beber agua. A los humanos les viene bien, a los perros también.
Estos son todos mis consejos, espero que si algún día viajas en Blablacar con tu humano, tengas una experiencia excelente como la mía. Gracias Luis F. por ese maravilloso viaje, lo recordamos con mucha alegría.